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martes, 30 de noviembre de 2010

Sobre mí


Me llamo Isabel, nací en Logroño (La Rioja, España) en febrero de 1988. Desde muy pequeña empecé a interesarme por los idiomas y los viajes. Cada vez que tenía oportunidad, pasaba los veranos en Inglaterra o Irlanda para aprender inglés e impregnarme de su cultura. Cuando terminé el bachillerato, conseguí ingresar en la Universidad del País Vasco para estudiar allí Traducción e Interpretación, carrera que me apasionaba desde hacía tiempo. Durante los cuatro años que tardé en licenciarme, potencié mi nivel de inglés y francés y empecé a aprender también ruso, pues siempre había querido aprender más sobre su cultura y sus gentes. Conseguí unas becas y fui dos veranos a San Petersburgo a estudiar ruso y me enamoré de esa ciudad a la que seguro volveré ;-). Durante mis años de estudiante, además, aproveché para adquirir experiencia y y ganar algún dinero extra impartiendo clases particulares de inglés y lengua castellana. El último año de carrera empecé un curso del Instituto Cervantes de formación de profesores para la enseñanza del español como lengua extranjera y ahí descubrí mi vocación. Nunca me había parado a pensar lo apasionante que es reflexionar sobre tu propia lengua, de la que somos hablantes inconscientemente, y enseñársela a otra persona nacida en el seno de otra cultura y otra lengua. Así, ese mismo año solicité al Ministerio de Educación una plaza como auxiliar de conversación en París y aquí estoy, compartiendo mi lengua y mi cultura con adolescentes francófonos. Es una experiencia totalmente recomendable, estoy aprendiendo mucho sobre enseñanza y sobre mí misma, y sobre todo, estoy dedicándome a lo que me gusta y me llena. Además, paralelamente estoy estudiando un master oficial en Lingüística aplicada a la enseñanza del español como lengua extranjera, lo cual complementa mi experiencia profesional y puedo asentar sobre una base teórica todo mi trabajo. Y como resultado, he creado este blog, en el que poco a poco iré publicando las actividades prácticas que mejor funcionan con los alumnos y un poco de teoría sobre la enseñanza ELE como base sólida de todas las actividades y así compartir mi, aunque corta, experiencia como docente ELE. He de señalar, que las actividades que publicaré serán de momento actividades lúdicas de aprendizaje, ya que la función de un auxiliar no es tanto la de enseñar la lengua, sino más bien hacer que los alumnos pongan en práctica sus conocimientos sobre la lengua española a través de actividades comunicativas que desarrollen las cuatro destrezas de los alumnos (comprensión auditiva y lectora y expresión oral y escrita) y motivarles a que realicen un aprendizaje autónomo y se interesen por la cultura española.
Espero que este blog sea útil y os pueda servir de ayuda en vuestra experiencia como profesor de español para extranjeros.
¡Saludos y mucho ánimo!

Contacto: isabel.torrecilla@gmail.com

Bases Metodológicas

Como los sistemas educativos, las metodologías son un producto de su tiempo y tienen sus raíces en las ideas de la época. A continuación expongo de forma resumida las diferente metodologías que se han utilizado hasta nuestros días:

En el siglo XVII las lenguas vernaculares europeas empezaron a tener una importancia creciente y pasaron a desempeñar un papel social como lenguas de comunicación cotidiana. 
A finales del siglo XVIII surgió en Prusia lo que se conoce con el nombre de Método Gramática-Traducción o método tradicional, heredero de la enseñanza formal del latín y el griego. Los libros de texto consistían en la exposición de reglas gramaticales abstractas, listas de vocabulario y oraciones para traducir desde y a la segunda lengua (L2). El objetivo primordial de este método era el desarrollo de la competencia en la comprensión lectora y en la expresión escrita (orientado al acceso a la literatura). El estudiante debía aprender de memoria las reglas gramaticales y las excepciones. El vocabulario se seleccionaba a partir de los textos de lectura y se presentaba en largas listas bilingües. El profesor era la figura más importante en el aula y perseguía la precisión gramatical y léxica, por lo que se le daba mucha importancia a la corrección del error, mientras que el alumno adoptaba un papel pasivo.
El resultado era una lengua artificial y literaria, no se trabajaban las destrezas comunicativas.

A finales del siglo XIX, algunos lingüistas europeos, como Sweet, Viëtor y Passy, defendían un enfoque más pragmático y comunicativo de la lengua. Se empezó a dar más importancia al estudio de la lengua hablada y de la fonética, al uso de textos de conversación y diálogos y se potenció el desarrollo de las cuatro destrezas: comprensión auditiva y lectora y expresión oral y escrita. Consideraban que la reglas gramaticales debían enseñarse después de que los alumnos hubieran practicado los aspectos gramaticales en su contexto (enseñanza inductiva), debía rechazarse la traducción, los alumnos debían oír primero la lengua y después verla escrita y las palabras debían presentarse en oraciones y éstas en contextos significativos y no aisladamente. Estas consideraciones, reflejo de los principios de la Lingüística Aplicada, pusieron las bases de lo que se llamó el Movimiento de Reforma.

A mediados del siglo XIX, las relaciones internacionales cada vez cobraban más importancia, por lo que era necesario hacer más hincapié en la habilidad para usar la lengua extranjera que en analizarla. J.S. Blackie, un profesor escocés, estableció las bases de lo que se convertiría en el Método Directo. Defendía que debía evitarse el uso de la lengua materna en clase, debía asociarse la palabra directamente al objeto y debía relegarse la gramática a una posición subordinada. Este método se fundamenta en principios de aprendizaje natural que se interesaban en observar cómo el niño aprende su lengua materna (L1): aprender a entender escuchando y aprender a hablar hablando. El Método Directo llegó a ser ampliamente conocido en Estados Unidos de la mano del empresario M. Berlitz y sus escuelas de idiomas, quien fomentaba la interacción oral y prescindía de los ejercicios de traducción y del uso de la L1. El objetivo principal era aprender la lengua de uso cotidiano. Se hacía hincapié en la comunicación oral y en la correcta pronunciación.

El Método Directo no cumplía las expectativas, por lo que se comenzó a introducir modificaciones. Esto originó el surgimiento en el Reino Unido del Enfoque Oral o Método Situacional. Sus precursores, Palmer y Hornby, intentaron desarrollar una base más científica para un enfoque oral de enseñanza del inglés, percibiendo la necesidad de adaptar el curso a los objetivos y necesidades particulares de los alumnos. Inspirados en el estructuralismo británico, consideraban que el habla era la base de la lengua y que el conocimiento de la estructura era esencial para poder hablarla. El enfoque oral defendía que las cuatro destrezas (comprensión auditiva y lectora y expresión oral y escrita) debían trabajarse por igual, aunque el énfasis se seguía haciendo en las presentaciones orales. Primero, los alumnos se familiarizaban con el sistema fónico de la L2, la cual era objeto de aprendizaje y vehículo de enseñanza (se evitaba el uso de la L1), y posteriormente se trabajaba la compresión lectora y la expresión escrita cuando se consideraba que el alumno había alcanzado una base gramatical y léxica suficiente. Concebía la gramática como los modelos oracionales subyacentes a la lengua oral y introducía las estructuras gramaticales gradualmente.

Con la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la enseñanza de lenguas extranjeras al personal del ejército se convirtió en una necesidad urgente. Para ello se creó The Army Specialised Training Programme (ASTP), el cual combinaba técnicas de diverso métodos, como el Método Directo, medios audiovisuales y grabaciones. Los alumnos, en grupos reducidos, estaban en contacto intensivo con la L2. Este programa tuvo gran éxito, aunque no pudo aplicarse a la enseñanza secundaria, bien porque el profesor no tenía nivel suficiente o bien porque el alumnado no mostraba un nivel tan alto de motivación. Sin embargo, condujo en los años 50 al desarrollo del Método Audiolingual. Basado en el estructuralismo norteamericano, el Análisis Contrastivo y la Psicología Conductista, concebía la lengua como un sistema de elementos interrelacionados que codifican el significado. El aprendizaje de la lengua suponía el dominio de los componentes ligüísticos y de las reglas en función de la cuales se combinan estos componentes. Se otorgaba gran importancia al plano oral y, por tanto, a la pronunciación y a la repetición oral intensiva. Inicialmente, la presentación de la estructuras era oral, pues observaban cómo un niño aprende la lengua y las reglas sociales. En el aula se utilizaban diálogos cotidianos, que dotaban a las estructuras de un contexto; mímica, técnicas de memorización y trabajos en grupo. Se evitaba el uso de la L1, aunque no estaba prohibido y se corregía mucho la pronunciación, el acento y el ritmo. En las fases iniciales no se utilizaba libro de texto, sino que se centraban en escuchar, repetir y responder. Se utilizaban medios audiovisuales como el magnetófono, diapositivas, filmlets, etc. El declive de este método vino ligado con el declive del estructuralismo. La Gramática Transformacional de Chomsky proporcionó una nueva dirección a la Lingüística y a todo lo relacionado con ella, incluyendo la enseñanza de lenguas.

<< EN CONSTRUCCIÓN>>






Las partes del cuerpo


Algo, aparentemente, tan repetitivo como aprender vocabulario, puede convertirse en una actividad divertida si las condiciones del aula lo permiten. Yo personalmente puse en práctica esta actividad con alumnos franceses de entre 14 y 17 años y tuvo mucho éxito. Los estudiantes se mostraban motivados y los resultados  fueron los esperados.

Objetivo: Aprender las partes del cuerpo, dar órdenes, describir.
Gramática: Imperativo, verbo ser.
Vocabulario: partes del cuerpo, verbos de movimiento.
Nivel: básico
Duración: 50 min.

Primero vamos a dividir a la clase en 2 equipos y ellos mismos deberán elegir un nombre para el equipo. Para introducir la actividad, empezaremos explicando qué es una anagrama (una palabra con las letras desordenadas). Después, escribiremos en la pizarra anagramas de diferentes partes del cuerpo, como por ejemplo:

noam (mano),
baceza (cabeza),

en función del nivel de la clase. Os recomiendo que no escribáis más de 10 para que la actividad no resulte repetitiva. Una vez hayamos terminado, ¡empieza la competición! Explicamos a los alumnos que deben resolver en grupo los anagramas en unos 10 minutos, el equipo que más acierte conseguirá 1 punto.

Seguro que los estudiantes tienen intriga por conocer el significado de algunas de estas palabras, ¿verdad? ¡No se lo digas! porque el juego continúa. Resuelve los anagramas si no los han acertado. Después, pide a los alumnos que se pongan de pie, un equipo a la izquierda y otro equipo a la derecha de la clase. Ahora, dirás en alto una parte del cuerpo y los alumnos deberán juntar dicha parte con la de uno de sus compañeros del mismo equipo. Por ejemplo:

"Cabeza con cabeza"

Y los alumnos deberán juntar la cabeza con la cabeza de uno de sus compañeros del mismo equipo.
¿Y qué pasa si no conocen el significado? déjales que prueben, que experimenten. Si les ves muy perdidos, puedes orientarles. Por ejemplo " la cabeza es lo que tenemos encima del cuello". Si puedes evitarlo, no traduzcas a la lengua materna de los alumnos. El miembro del equipo que primero junte la parte del cuerpo en cuestión con la de su compañero, conseguirá un punto para su equipo.

En esta parte puedes extenderte todo lo que creas oportuno, hasta que veas que los alumnos pierden interés, pero intenta que aprendan el vocabulario más importante.

Para terminar el juego, colocaremos a los alumnos en fila y un equipo dará órdenes al otro. Estas órdenes son acumulativas. Para ello, antes vamos a enseñarles verbos como flexionar, estirar, levantar, bajar, abrir, cerrar, saltar... y todos los que se te ocurran, así como su forma imperativa. Así, por ejemplo, el primer alumno del grupo uno ordenará al grupo 2: "levantad la pierna derecha". A continuación, el grupo 2 cumplirá la orden y uno de los miembros ordenará otro movimiento al grupo 1. De nuevo es el turno del grupo 1. El grupo 2 deberá cumplir esta segunda orden sin dejar de cumplir las primer. Es decir, si la segunda orden del grupo 1 para el 2 es "abrid la boca", el grupo 2 deberá abrir la boca sin bajar la pierna derecha, a menos que alguien del grupo 1 deshaga su orden.

¿Divertido? aún puedes alargar más el juego, si te sobra tiempo. Elige a un capitán de cada equipo y que se siente en una silla de espaldas a la pizarra. Escribe en la pizarra una parte del cuerpo y los miembros del equipo deberán describir dicha parte. Por ejemplo, escribe "ojo" en la pizarra. Imagina que el capitán tiene los ojos verdes. Sus compañeros lo describirán: "el tuyo es verde, está en la cara..." El capitán tendrá sólo 30 segundos para acertar. Si acierta, podrá continuar, si no, será el turno del otro equipo.

Espero que os guste esta actividad, como os he dicho a mi me funcionó muy bien en clase. Probad e introducid cosas nuevas, confiad en vuestro instinto de profesores ELE.

¡Bienvenid@!

¡Bienvenidos a mi blog!
Aquí encontraréis todo lo que necesitáis saber para la enseñanza del español como lengua extranjera y algunas actividades para poner en práctica en el aula ELE.